lunes, 20 de febrero de 2012

Lo que le sucedió a un burro que le tenía envidia a un perrito.

El conde Lucanor estaba halando con Patronio su consejero y le dice:
-Verás Patronio no sé qué hacer, digamos que mi hermana se encuentra en una situación de mal de amores, y es que o no sé que hacer; ¿Debería ayudar a mi hermana y decirle que debe hacer?¿O les dejo que arreglen sus problemas?

Patronio, tras escuchar la situación en la que se encontraba el conde Lucanor, le respondió así:
-Verá señor conde Lucanor, me gustaría contarle una historia, así usted podrá sacar sus propias conclusiones; Señor conde, estaba un día una señora con su perrito, y por lo que se veía se tenían mucho cariño. Se encontraban en el parque, el perrito le demostraba cuanto amor le tenía a su dueña, dándole besos y moviendo la colita de un lado al otro. La señora con sus amigas le daban comida y a cambio el perrito en dos patas se ponía. Y un día tras otro un burro les observaba. El burro al ver como se comportaba la gente se pensó que el valía más que mil perritos complacientes. Y se dijo a si mismo:
-Yo les puedo llevar leña en mi regazo, puedo conseguir que coman harina y sobre dos patas me puedo poner también.
El burro se puso todo loco y se acercó hacia donde estaba la señora. Puso sus herraduras sobre la falda de la señora. La señora a gritar se puso, el pobre burro acabó con un susto, pero los hombres se le acercaron y a palos casi lo mataron.
El conde Lucanor al escuchar la historia ya entendió, cada uno en su sitio, eso es lo mejor.

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