El conde Lucanor estaba halando con Patronio su consejero y le dice:
-Verás Patronio no sé qué hacer, digamos que mi hermana se encuentra en una situación de mal de amores, y es que o no sé que hacer; ¿Debería ayudar a mi hermana y decirle que debe hacer?¿O les dejo que arreglen sus problemas?
Patronio, tras escuchar la situación en la que se encontraba el conde Lucanor, le respondió así:
-Verá señor conde Lucanor, me gustaría contarle una historia, así usted podrá sacar sus propias conclusiones; Señor conde, estaba un día una señora con su perrito, y por lo que se veía se tenían mucho cariño. Se encontraban en el parque, el perrito le demostraba cuanto amor le tenía a su dueña, dándole besos y moviendo la colita de un lado al otro. La señora con sus amigas le daban comida y a cambio el perrito en dos patas se ponía. Y un día tras otro un burro les observaba. El burro al ver como se comportaba la gente se pensó que el valía más que mil perritos complacientes. Y se dijo a si mismo:
-Yo les puedo llevar leña en mi regazo, puedo conseguir que coman harina y sobre dos patas me puedo poner también.
El burro se puso todo loco y se acercó hacia donde estaba la señora. Puso sus herraduras sobre la falda de la señora. La señora a gritar se puso, el pobre burro acabó con un susto, pero los hombres se le acercaron y a palos casi lo mataron.
El conde Lucanor al escuchar la historia ya entendió, cada uno en su sitio, eso es lo mejor.
lunes, 20 de febrero de 2012
Pearl Harbour
Los japoneses estaban arrasando con todo, Pearl Harbour tenía un cielo gris, Dani y yo sobrevivimos a todos los ataques, uno de los nuestros intentó despegar, pero su avión sólo llegó a incendiarse a causa de un avión japonés. Al final Dani y yo despegamos y conseguimos acabar con los últimos 7 aviones japoneses que quedaban por nuestra isla hawaiana. Al cabo de un tiempo nos mandaron a Japón para vengarnos de su ataque sorpresa. Al final de esa horrible venganza Dani murió y empecé a recordar. A principios de año me había enamorado de una preciosa enfermera llamada Evelin, después de una preciosa noche ella acabó tan enamorada como yo...Le tuve que dar la noticia; a la mañana siguiente me trasladaron a una isla británica para poder ayudar en la guerra a los británicos; la despedida fue terrible... Cuando estaba luchando en la guerra, dañaron mis motores y tuve un aterrizaje bastante brusco contra el mar. Los británicos me dieron por muerto, pero yo pensé en Evelin y conseguí salir vivo, a la semana siguiente me encontró un barco de pesca francés y al mes siguiente volví a Pearl Harbour a por Evelin para que ella y mi mejor amigo Dani supieran que seguía vivo. Cuando me la encontré ella me abrazó y se puso a llorar, ella miró a Dani profundamente... Y me di cuenta, ella al pensar que estaba muerto había estado con Dani... Mis últimas palabras que fueron para Dani fué cuando le conté que Evelin estaba embarazada de él. Mi vida acabó bien... Me faltaba mi mejor amigo a mi lado, pero tenía a una mujer maravillosa a mi lado,Evelin, y nuestro hijo Dani.
jueves, 17 de noviembre de 2011
La historia de Ariel (La sirenita)

martes, 8 de noviembre de 2011
Mi viaje a los recuerdos.
Todos los años se repetía esa fiesta, Santa Juana , todo el dia los niños jugaban en el patio, los padres hablaban de sus cotilleos,etc.Había mucho donde elegir: comprar comida, comprar boletos para la tómbola, jugar o incluso actuar en el salón de actos...Me encantaba bailar y por primera vez mis amigas y yo habiamos preparado un baile y nos habían escogido. Quedaba una hora para el gran momento, la gente compraba boletos para entrar, mientras tanto mis amigas y yo estabamos con la música muy alta y ensayando lo que tanto esfuerzo y sudor nos llevo nos llevó preparar en 2 semanas. Llevaba desde los 3 años en la Compañía de María y en los 5 años transcurridos nunca llegué a bailar en aquel salon tan deseado. Ya sólo quedaban 10 minutos bajé a la última planta para buscar a mis padres o a alguien que me viniera a ver, pero la desilusión me llenó, nadie había venido a verme, corrí llorando y me heché a los brazos de mi hermana, ella me consoló y me dijo " No te preocupes, yo ahora compro un boleto para poder verte". Me llené de alegría y la acompañé... En 3 minutos ya estaría en el lugar que tanto ansiaba. Llegó el momento; mis amigas y yo no parábamos de gritar; me sudaban las manos, me dolía el estómago de la felicidad. Abrieron el telón y allí vi a mi familia y a mi hermana en primera fila, los aplausos, los gritos, las luces, las cámaras , la música...en resumen ,todo; me hacian sentir viva y llena de fuerza. Ese fue el momento en el que me di cuenta que cada gota de sudor, cada esfuerzo y todas las horas de preparación; habían valido la pena por tanta felicidad. Acababa la función mis amigas y yo, nos abrazamos y saltamos en corro de alegría gritando a no más poder. Salí corriendo a abrazar a mi padre, todos me dieron la enhorabuena. Ese día acabó con una sonrisa en mi cara y con la ilusión y alegría de una niña pequeña que vivia de sus sueños.
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